Primavera

Deambulaba el fantasma, agotado y cabizbajo por entre las hordas de seres que habitan las calles sucias, negras, ardientes y perimetrales de aquella estación de trenes de la ciudad
aquella que en sus asientos alguna vez desgarró a jirones su piel 
y desmenuzó su éter en mil pedazos, mientras pasaban las tardes de aquel otoño 
al son de un café y el machacar indecente de hierros irreverentes y funerarios, 
sonidos que parten para no volver, sonidos que parten el dormir…, 
iba como siempre, con un solo norte ese día y sin mas que una botella en sus manos, que bien podría haber sido alcohol revitalizante, nacido de la cebada 
y no agua cristalina, obtenida de las nubes intervenidas por la osmosis inversa….
Iba el fantasma caminando, como cada noche que se deshoja y pasa,
Iba el fantasma caminando, como cada noche que se deshoja y pasa,
pero de día, 
con la incandescencia que solo la primavera provee, 
quemante y desgarradora en sus horas de luz, 
acalorada y desolada en sus apagadas horas de estrellas radiantes, 
era el escenario típico de un amanecer como todos los otros… 
breve, opaco, conocido y fugaz
En eso, un solo mal paso, un maldito y errado mal paso,
En eso, un solo mal paso, un maldito y errado mal paso,
un creativo cambio de planes, una simple decisión nacida de la espontaneidad… 
de lo irreflexivo, lo sedujo para que tomara ese tal camino ardiente, 
incandescente y encendido en llamas por la tarde y no por el habitual camino oscuro de tenues sombras que tantas veces había recorrido 
en su procesión apesadumbrada y serena de sus días
Aquella...
Aquella...
decisión extraña, de infame espontaneidad, 
generó en el fantasma, imágenes perversas y bellas que no quería tener en sus retinas ya quemadas, 
palabras que sus labios gastados no querían volver a pronunciar en un susurro, 
aromas que su olfato desgastado no quería volver a oler ...,
Crines rojos, de rojas ondulaciones pendulares,
Crines rojos, de rojas ondulaciones pendulares,
verticales ondulaciones que se arrastraban hasta acariciar el suelo asfáltico… y justo ahí, aquellos pasos marcando las 13:50, 
como antaño, como siempre… pero como ahora, lejanos, pasos de crepusculares insomnios vividos, 
pasos de pasados pisoteados, pasos que repercutían en las viejas ruinas de aquel templo olvidado, 
o como replicas de aquel devastador terremoto surgido en otrora, mares calmos y tibios. Su espalda cargada de papeles blancos y vestida de negras telas negras, 
denotaban la curvatura del cansancio juvenil, ahora acosada por el paso de la carga de los años.
Distraída y perdida,
Distraída y perdida,
la imagen caminaba por entre medio de la gente que circulaba sin rumbo aparente, 
por entre los comerciantes ambulantes y los vendedores callejeros, que buscan en el juvenil ocaso de sus vidas una oportunidad para ganarse un sustento, 
por entre aquellos rostros derruidos, quemados y secos, gracias a los agrestes veranos pasados, 
esa imagen y el fantasma caminaban uno delante del otro… mientras el uno observaba al otro perderse entre la muchedumbre y el otro miraba sus pasos perderse entre el bosque de piernas y zapatos sin destino.
En el fondo…, a lo lejos…, el reloj dejaba caer sus horas mas ardientes,
En el fondo…, a lo lejos…, el reloj dejaba caer sus horas mas ardientes,
el tiempo las arrojaba en su rostro y le quemaba su cuello y el ruido toxico de la urbe, 
por fin volvía a contaminarlo todo, por fin el fantasma se reencontraba con su habitual camino de sereno desarraigo, de olvido y desengaño.
Así las cosas, y ante la ostentosa imagen del poder del dinero,
Así las cosas, y ante la ostentosa imagen del poder del dinero,
hecho máquina motorizada de vanaglorias, 
el fantasma se regaló otro trago de agua y volvió hacia el profundo y sereno mar, esperando no volver a ver ese infierno en primavera.
    

3 Comments:
Donde andan tus huellas??
ola mi ninio ya nu pasa por aqui... te examos de menos vesitus... siempre suya iop
me encanto,me agrado mucho y disfruto mucho leer lo que escribes TE FELICITO MUCHO
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