miércoles, enero 02, 2008

Fuegos de artificios


El cielo pálidamente oscuro frente a mis ojos,
con intensos destellos de fantasía,
embriagadores y de profundo éxtasis,
detonando en mi cabeza como las emociones que alguna vez tuve,
o como el recuerdo, vibrando en cada pestañar,
una tras otra, una tras otra.

Maravillosos corazones de brillantes colores rojos…
que se difuminan y desaparecen en la nube gris de la noche y que finalmente,
se hacen parte inevitable de la profunda oscuridad del mar que los recibe anhelantes.

En ese instante, en que todos ellos piensan
en que cada mente hace la raya de suma de sus vidas,
absorto en sonidos estruendosos, reparo en todo lo vivido,
en todo lo pasado, en ti… en ti y en ella… y en ella.

Tan vibrante y silenciosa son estas,
las emociones que se sienten al repasar lo caminado en este,
leve y sutil velo cadencioso, atiborrado de soledad,
de imagenes tan lejanas a mi, tan pasadas, tan otrora,
tan siniestramente abandonadas en el pantano fúnebre del vivir,
tan sumido en el desarraigo de estar y no ser…
pero que sin embargo estan tan presentes en cada mirada que entrego
ya sea al viento o al silencio.

Así comienzo rearmando,
los votos de olvido aquella noche de otoño hechos.

Estando sumido en el silencio de mi fe,
pasa algo, algo nacido de los cerros,
otros recuerdos que se hacen piel y voz junto a una imagen,
se instalan en mi mente patológicamente enferma

y se manifiesta en este marco de luces estelares, tu voz, tu voz, tu voz...
y tu voz me susurra al oído con una
mueca ironica
como de un ¡¡piuk!! y de risa tan nerviosa...

“¡¡hasta cuando, hasta cuando!!”…

... mas, solo dejo que cantes hasta que deje tu susurro trinar,
hasta que vuelvas a apagarte, como otros cantos ya escuché

hasta que se silencie, como las voces que ya se silenciaron,
como la tuya, voz que
tambien a callar a comenzado...

Los muros defensivos de la realidad, mi realidad,
son poderosos monstruos de granito
y no se dejan abatir ni engañar por estas luces celestiales,
mágicas luces celestiales que detonan en el cielo negro
en el cielo negro teñido de nubes grises y
de mar profundo y olvidado en esta noche de artificios.

Estos muros construidos con mi sangre son capaces de ignorar
una y otra vez cualquier intento de rescate,
cualquier canto de sirenas, cualquier transparente sonrisa
cualquier forma de seducción mágica… y sin embargo
son ataques maravillosos.

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