miércoles, mayo 28, 2008

Mayo...


Mayo...

Mayo en mi vida se ha caracterizado, desde el día de la creación de ésta, mi humanidad, en un icono patético de la existencia infecunda y estéril de mi diario vivir.


Cabizbajo por entre la muchedumbre abrumada por la lluvia, voy dejando los residuos de mi ser en cada paso que doy, cada trozo de piel y de recuerdos, van cayendo en una danza armoniosa y moribunda, junto a las lágrimas de hielo, que el cielo derrama sobre mis huesos.


No eres tú, la única que llora las perdidas que nunca existieron, no eres tú, la única que sufre el desencanto de la vida y el desconsuelo de ésta, no eres tú, la única que viaja por entre fantasmas espectrales y oblicuos, que cantan alegorías a tu desdicha.


Es verdad, eso duele... y en la medida que el tiempo, inexorable, va descarnando tu piel, el dolor se hace habitual vestir matutino de las mañanas, tornándose mas frío el traje y cada vez, menos colorido el entorno.


En mayo, las fracturadas alas punzan las cicatrices hechas, hoy hecho costras, en mayo, el golpeteo celestial del viento, hace eco en las sienes de la memoria rota, y los crepusculares relojes que van marcando las horas,
no perdonan tu paso lento....


Aquí, en la serena cripta donde mi humanidad percola gota a gota sus licores, lagrimean las noches, que son mas largas cada vez, y por sobre todo, el gris y fastuoso paisaje cubierto de nubes, acaricia el aliento de Neptuno, homologando el paisaje y dejandolo todo plano, dejandolo todo gris, dejando solo entrever la delicada franja blanquecina y moribunda que se gesta en el azote del liquido elemento en contra y por sobre las rocas del recuerdo viento.


Ya quisiera ser el voraz devorador del viento, que aun se siente en el silencio intoxicado y hambriento de evaciones cotidianas.

Ya quisiera ser el desenfudado rifle que en cada grito, destroza mi mente del recuerdo.


Pero no.... no eres la única, no eres la única,

NO eres la única que llora la partida de las ilusiones, el retiro de las esperanzas y la perdida de las fantásticas maquinaciones hechas en el candor de lo que, nosotros los humanos, tenemos por habito llamar "felicidad".... no eres la única que se ha ahogado en aquel llanto.


Tus lágrimas se han acoplado al llanto de otros tan destrozados navegantes descubridores, que en alucinaciones intoxicadas de anhelo, pensaron vislumbrar tierra viva y cultivable, en donde ya solo existe vacío yermo, cubierto de deseo carne y anhelo morir.


Mayo... icono patético de la existencia infecunda y estéril de mi vida.