jueves, agosto 28, 2008

A picture of the sea


Fue especial, impactante!!, una emoción angustiosa y angustiante…
vi sonrisas y rostros felices, sonriendo a la cámara que capturaría una escena familiar e inmaculada para siempre, si, para siempre, para el recuerdo eterno, de las vidas que continúan.

Sentí como corría por mi sangre, al contemplar esa escena, el dolor y el desamparo,

sentí como precipitaba desde mi cabeza hasta mis huellas, el triste panorama, tan lleno de alegrías encajados en los rostros de aquellos comensales que reían.

Aun, si cierro mis ojos, puedo ver el cielo gris, pigmentado de escuetos rayos de sol que pintaban el horizonte alá a la distancia, en aquella húmeda tarde de invierno.

Aun, si cierro mis ojos, imagino la suave brisa marina que mecía y acariciaba los cabellos y pieles de los involucrados en el retrato… aquellos presentes… aquellos que estaban ahí.

He sido victima, una vez más, de mi morbosidad.
Fui yo quien hube buscado en el ciberespacio, hurgando entre los rastrojos de bits y bytes, pixeles y links, el dato preciso, la pista exacta..., hasta que por fin logré ver aquello que suponía, presumía y especulaba… solo que ahora con la evidencia magnifica y soberbia de verlo… que idiota!!, al fin lo había obtenido, que trago tan amargo, saber con certeza absoluta, que nuevamente no me equivocaba, que aun funciona mi patética intuición, asociada a la lógica y el análisis… y para que?... para obtener ésta sensación de amargo placer pútrido.

Mi peor consejero ha sido el morbo, cada vez que escucho su voz, que fluye en mi, termino logrando el objetivo y sintiéndome putrefacto y con un nefasto y agrio sabor en la boca…

... Y vuelve otra vez la escena de aquel maravilloso cuadro de famila, irremediablemente reparo con el particular mimetismo en negro, absorbido, tan fusionados!!!, tan íntimos!!!, tan uno solo!!!, envueltos en una burbuja de esperanzas o como sonriéndoles al destino.

Quiero reconciliarme, mas… no estoy en la certeza de que sea lo que realmente quiero.
Es como lo mismo que ocurre con el cigarro y el alcohol… soy un adicto al desencanto, dependiente lóbrego del desconsuelo…y dice:

Vi, esos ojos hundidos a través del marco virtual de la pantalla.
Vi, una escueta y breve mueca que asemejaba una sonrisa.
Vi, un cuello palido y sin adornos, despejado y altivo.
Vi, aquellos cabellos ondulados y amarrados a la espalda… e imaginé tu espalda.

En aquellos ojos vi el vacío, o lo que casi nada hoy veo, o lo que lluvia dejo tras la tormenta.
En esa boca vi solo besos desatados, delirios desmesurados, placeres sin control… solo placer… deseo y placer.
En aquel cuello, oh!! en ese cuello vi distancias tan lejanas, tan extraviadas, tan descubiertas de niebla y fastidio, tan olvidada… y en aquellos cabellos, en aquellos cabellos vi casi nada, solo cabellos, largos de texturas suaves, que jugueteaban con la brisa y el recuerdo, hecho olvido...