Abismo
El agua derramada en las lluvias pasadas, recientes, futuras,
desbordadas como las grandes yagas que horadan la tierra.
Ríos púrpuras, de desolación y devastación,
ríos púrpuras de silencio y olvido.
Ay! ¿Como volar con las alas rotas?,
¿Como volar si no hay deseos de alzar los brazos más que para dejarse caer en los abismos lúgubres de las cada vez más frías noches de este otoño y de los que vendrán?.
El agua derramada y desbordadas y esas grandes heridas del alma rota que no quiere cicatrizar, que no quiere volver a sellar… que no volverá a curar.
Una mariposa gris, ah!, de alas grises, de ojos grises, de vuelo gris...
se atraviesa frente a la mirada abstraída del hombre que mira el fondo de su profundo final…
La belleza existe tanto como existes tú y tu opaca mirada funeraria,
es tan real, como la de un beso anhelante que busca la carne y el deseo, hacer suyo.
La belleza de tus ojos aun se clava en la agonía del recuerdo,
ah!, tus ojos, tus ojos son tan bellos como la luna,
tan bellos como la primavera,
tan bellos como la noche que me envuelve,
tan bellos y tan tristes como mi propia muerte.
El reloj implacable,
deja caer las horas al suelo…
las horas se enlodan junto a mi cuerpo,
y mi cuerpo inerte, embriagado y alejado de la fantasía,
sumido en la serenidad de conocer el camino, yace quieto,
en el yermo paisaje humedecido…por el agua derramada y desbordada….
desbordadas como las grandes yagas que horadan la tierra.
Ríos púrpuras, de desolación y devastación,
ríos púrpuras de silencio y olvido.
Ay! ¿Como volar con las alas rotas?,
¿Como volar si no hay deseos de alzar los brazos más que para dejarse caer en los abismos lúgubres de las cada vez más frías noches de este otoño y de los que vendrán?.
El agua derramada y desbordadas y esas grandes heridas del alma rota que no quiere cicatrizar, que no quiere volver a sellar… que no volverá a curar.
Una mariposa gris, ah!, de alas grises, de ojos grises, de vuelo gris...
se atraviesa frente a la mirada abstraída del hombre que mira el fondo de su profundo final…
La belleza existe tanto como existes tú y tu opaca mirada funeraria,
es tan real, como la de un beso anhelante que busca la carne y el deseo, hacer suyo.
La belleza de tus ojos aun se clava en la agonía del recuerdo,
ah!, tus ojos, tus ojos son tan bellos como la luna,
tan bellos como la primavera,
tan bellos como la noche que me envuelve,
tan bellos y tan tristes como mi propia muerte.
El reloj implacable,
deja caer las horas al suelo…
las horas se enlodan junto a mi cuerpo,
y mi cuerpo inerte, embriagado y alejado de la fantasía,
sumido en la serenidad de conocer el camino, yace quieto,
en el yermo paisaje humedecido…por el agua derramada y desbordada….